Expertos de primer nivel compartieron conocimientos y estrategias en las 8vas. Jornadas de Actualización Docente sobre Trastornos del Espectro Autista, organizadas por la Fundación Crecer. El encuentro reafirmó el compromiso de la comunidad educativa y profesional con una inclusión efectiva y el acompañamiento a niños y jóvenes con TEA.
Abordaje del TEA: Herramientas y Detección Temprana en el Ámbito Educativo
Nicolás Cataldo, neuropsicólogo y jefe de Rehabilitación Cognitiva del Instituto Fleni en Escobar, compartió su experiencia en las 8vas. Jornadas de Actualización Docente sobre Trastornos del Espectro Autista en Comodoro Rivadavia, destacando la importancia del diagnóstico temprano y las estrategias personalizadas en el aula.
En el marco de la capacitación ofreció una valiosa perspectiva sobre el perfil de funcionamiento de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Su exposición se centró en los desafíos y fortalezas inherentes a este perfil, así como en la relevancia de las evaluaciones estandarizadas para un diagnóstico preciso.
De la Teoría a la Práctica: Estrategias Personalizadas para Docentes
Cataldo detalló la estructura de la capacitación, que comenzó con una instancia presencial y continuará con dos encuentros virtuales y un cierre presencial el 27 de septiembre. “Hoy dimos toda la estructura más desde la teoría y la idea es que en los próximos encuentros vamos a trabajar acerca de estrategias bien específicas y prácticas para que los docentes puedan aplicar en los distintos niveles, tanto a nivel preescolar, como primaria, como secundaria”, explicó.
El neuropsicólogo enfatizó la necesidad de adaptar las herramientas y estrategias a la individualidad de cada estudiante. “No todos los niños con el mismo diagnóstico funcionan de la misma manera, por eso es importante conocer el perfil único de cada niño y las herramientas y los ajustes van a tener que ser con este traje a medida que el niño necesita”, subrayó. En este sentido, Cataldo propone un “abanico de estrategias y sugerencias”, dejando en manos de los docentes la responsabilidad de ajustar su enseñanza en relación al perfil de aprendizaje de cada niño, brindando “ajustes y sugerencias en relación a todo lo que tiene que ver con lo contextual, la organización del ambiente, la anticipación, el ajuste de las actividades”.
La Relevancia del Diagnóstico Temprano
Cataldo puso de manifiesto la importancia crucial del diagnóstico temprano en el TEA. “Es importante poder arribar a un diagnóstico temprano porque eso genera que el cerebro del niño sea más neuroplástico, es decir, hay mayor posibilidad de modificar la trayectoria de ese niño, estimularla, brindar las sugerencias adecuadas y eso implica también que las dificultades no se expandan al desarrollo de otras competencias o habilidades”, afirmó. Esta intervención temprana no solo beneficia al niño, sino que también facilita el trabajo conjunto entre profesionales de la salud y docentes.
Un Reconocimiento a la Labor de la Fundación Crecer
El neuropsicólogo puso en valor el compromiso y la calidad de las iniciativas de la fundación: “Esta es muy visible porque hoy más de 300 docentes se apropiaron de esta propuesta, como todas las propuestas que hace la Fundación a la comunidad con calidad, con conciencia, con mucho trabajo y mucho esfuerzo, sobre todo en tiempos difíciles de seguir sosteniendo”.
Para Cataldo, el objetivo principal de la Fundación Crecer se alinea con una visión de sociedad más justa y empática: “Entendiendo que el norte es mejorar la calidad de vida de tantos niños y adolescentes, brindándole herramientas concretas a los docentes para que puedan ser multiplicadores y agentes de cambio para construir una sociedad mucho más empática, mucho más inclusiva”.
Finalmente, Cataldo compartió su satisfacción personal al colaborar con la fundación y ver los frutos de la capacitación: “Siempre que nos convocan, felices de venir acá, somos muy cuidados, los docentes son muy pertinentes en las preguntas que hacen, hay muchos docentes que nos vienen acompañando en las distintas jornadas hace muchísimo tiempo y vienen y cuentan experiencias que ya pudieron aplicar en el aula, entonces eso reconforta un montón porque nos reafirma que este es el camino de seguir generando cada vez más conciencia con conocimiento para que ellos puedan trabajar con los niños en las aulas”.

Entendiendo el Desarrollo y el Aprendizaje en el Autismo
María Aggio, Licenciada en Educación Especial, ofreció una detallada perspectiva sobre el modelo de desarrollo DIR Floortime y la importancia de una mirada interdisciplinaria para la inclusión plena de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el ámbito educativo.
Su exposición se centró en la comprensión de las particularidades del aprendizaje en personas con autismo y la necesidad de un trabajo colaborativo entre profesionales y familias.
El Modelo DIR Floortime y su Aplicación en el TEA
Por la mañana, Aggio se dedicó a describir el modelo de desarrollo DIR Floortime. Este enfoque, según explicó, traza las diferentes etapas del desarrollo humano y, a la vez, compara estos hitos con los desafíos específicos que pueden presentarse en el desarrollo de personas con autismo.
Aggio profundizó en cómo estas particularidades en el desarrollo emocional y funcional, junto con el perfil biológico individual, pueden impactar directamente en el perfil de aprendizaje de cada persona con TEA. Esta comprensión es fundamental para diseñar intervenciones educativas y terapéuticas adecuadas.
En la sesión de la tarde, la Licenciada Aggio, junto a sus colegas, abordó la interpretación de diversas evaluaciones estandarizadas. El objetivo fue dilucidar qué mide cada una de estas herramientas y cómo integrar su información dentro de un contexto más amplio para idear un abordaje educativo-terapéutico ajustado a las necesidades únicas de cada persona y su familia.
Aggio enfatizó la absoluta necesidad de un trabajo interdisciplinario entre los profesionales que realizan las evaluaciones y el seguimiento. “Nosotros trabajamos juntos en una institución hace muchos años. Yo en realidad hace más de 30 años que trabajo y a través de los años no hay duda de que la mejor manera es poder mirar entre todos, junto con la familia también”, afirmó. Resaltó que esta visión cohesiva, desde la mirada de cada área, permite ir más allá de un diagnóstico para centrarse en un perfil de fortalezas y desafíos. “En realidad, sobre las fortalezas vamos a poder potenciar esos desafíos, como ayudar a mejorarlos”, subrayó Aggio.
El Rol de los Apoyos en la Inclusión
Respecto al papel de la maestra de inclusión o el acompañante terapéutico, Aggio señaló que su presencia depende en gran medida de cada persona en particular. “Me gusta hablar de persona para no pensar solamente en niños, porque de hecho yo acompaño a un par de personas con autismo en la universidad”, ejemplificó.
Explicó que estos apoyos son necesarios cuando la persona no puede acceder de manera independiente al aprendizaje de las materias o a una sociabilización plena y efectiva con sus pares. “Creo que es difícil poner taxativamente cuándo sí y cuándo no”, afirmó, argumentando que la decisión “debe ser evaluada en contexto” y considerando el tipo y la duración del apoyo. Esto debe definirse en conjunto entre la escuela, el equipo profesional y la familia.
El Camino Hacia una Inclusión Genuina
Al reflexionar sobre el camino que aún queda por recorrer para lograr una inclusión real, Aggio amplió la perspectiva más allá de la discapacidad. Considera que aún hay mucho por trabajar en la inclusión de personas neurodivergentes o de aquellas que “piensan diferente o gustan de personas diferentes o procesan el mundo de manera diferente”. Para ella, la inclusión no se limita solo a la discapacidad, sino a la aceptación y el apoyo a la diversidad en todas sus formas.
Inclusión Educativa: Estrategias y Desafíos desde la Terapia Ocupacional
Sofía Cubero, Licenciada en Terapia Ocupacional, abordó la importancia de las estrategias personalizadas y el trabajo transdisciplinario para optimizar el desempeño de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el ámbito escolar.
Cubero enfatizó la relevancia de diseñar estrategias que permitan a los niños con TEA optimizar su desempeño dentro del aula. “Es súper importante poder pensar de acuerdo al perfil único de cada uno de los chicos las estrategias que permitan optimizar el desempeño dentro del aula siempre y cuando sea esto posible”, afirmó.
Desde su área, Cubero destacó el papel crucial de la regulación del niño para su participación en el ámbito social del colegio. “Yo como terapeuta ocupacional siempre pienso en tenerlo al niño regulado para que entonces pueda interactuar y participar en un ámbito social como es el cole”, explicó. Agregó que, desde la psicología, se brindan herramientas para el desarrollo de habilidades sociales, consolidando la idea de un trabajo transdisciplinario entre los equipos terapéuticos y escolares. Este abordaje busca que el niño pueda funcionar en un entorno donde, sin las estrategias adecuadas, sus desafíos podrían impedirle ser parte.
Asimismo, Cubero destacó la apropiación de nuevos conocimientos y habilidades por parte de los educadores que les permiten desarrollar distintas estrategias: “De hecho pasa que cuando uno va a visitar un colegio por un paciente en particular termina dando herramientas y las docentes te dicen, ‘Ah, no me sirve solo por quien viniste vos, sino pienso en otros alumnos también'”.
Además, señaló una tendencia creciente en las instituciones educativas: “Los colegios han empezado a contratar profesionales que puedan formar a los docentes en estrategias y formar en distintos diagnósticos para facilitar después el cotidiano”.
En relación al rol de la maestra integradora, Cubero indicó que su presencia es ideal “siempre que sea posible”. Sin embargo, lamentó que la actual crisis en el sistema de discapacidad a menudo limita la presencia de la MAI a dos o tres veces por semana por cuestiones burocráticas o económicas.
Finalmente, la licenciada abordó la discrepancia entre el discurso de inclusión y la realidad. “Esto pasa mucho”, reconoció. Para ella, la clave reside en un Plan Pedagógico Individual (PPI) bien diseñado y con un seguimiento adecuado. “Si el PPI está bien diseñado y se va haciendo el seguimiento de cada uno de los niños, es donde realmente vemos si la inclusión es real o ficticia”, enfatizó.
Cubero sostuvo que lo ideal es capacitar a los docentes para que el niño pueda estar en el aula. No obstante, reconoció que hay perfiles de niños muy complejos que, sin un apoyo individualizado, pueden perjudicar el trabajo grupal y terminar siendo estigmatizados. Por ello, la presencia de la MAI se vuelve fundamental en estos casos para garantizar una inclusión respetuosa y efectiva.


